jueves, 9 de diciembre de 2010

Como acceder al tren

Parece fácil, pero no lo es. Hoy voy a explicar como se accede al tren. Lo primero que hay que saber es que los maquinistillas tenemos pintados en el suelo de los andenes unas marcas que nos indican dónde hay que estacionar el tren. Hay, generalmente, un "1" y un "2" que inidica donde estacionar si vas en sencillo (con un solo vehículo) o en doble (con dos vehículos). Por tanto, el lugas donde estacionamos no es un capricho, tan solo es una de nuestras obligaciones. Más que nada lo digo por esos clientes que ves que te estacionas en un punto determinado y tienen que venir corriendo desde la punta del andén, levantando el dedo índice y acordándose de mi mamá. Muchas veces he tenido ganas de salir y explicarles que no es por putear, pero, seguramente la explicación no hubiera sido lo suficientemente convincente.
Luego, para entrar al tren, hay que apretar unos botoncitos, habitualmente de color verde, que hacen que las puertas se abran. Aún no hay un sistema de apertura de puertas que detecte la presencia del señor que venía enseñándome el dedo índice y se produzca la apertura aitomática, cómo si fuese la cueva de Alí Babá. Hay que apretar el botoncito, esperar que se abra la puerta, y entonces subir al tren.
Otro aspecto destacable se produce cuando el cliente de turno llega tarde, cuando las puertas ya se están cerrando. En este caso, hay que esperar que se cierre la puerta, y de nuevo pulsar el botoncito (el verde!!!), y no dedicarse a meter la pierna, el brazo, la maleta o la silla de ruedas del abuelete. Hay que tener un poquito de paciencia y esperar que la lucecita verde se encienda de nuevo. De lo contrario, lo único que conseguiremos es cargarnos el sistema de cierre de la puerta, y tener que dejarla fuera de servicio.
Creo que con estos consejitos, más los que vengan posteriormente, conseguiremos entre todos aprender como funciona esto de los trenes, y dejaremos de culpar a los maquinistillas de todos los problemas habidos y por haber... sobre todo, cuando a estas alturas de la evolución humana, aún hay muchos especímenes que no saben siquiera ni acceder a un trenecillo.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Bienvenidos a mi alter-ego

No se porqué tenía la necesidad de abrir este espacio. Ahora que me he decidido, la necesidad se ha vuelto obsesiva y apremiante. En fin, todo se andará.
No esperéis encontrar aquí grandes discursos ni espacios de reflexiones profundas, tan solo hallaréis una pequeña parte de mi alter ego, de mi otro yo, de aquel que se preocupa por lo que ocurre a su alrededor.
La verdad es que a veces yo mismo dudo de quien soy. No se si soy quien escribe esto o quien se niega a exponer sus ideas y pemsamientos. De todas formas, aquí estoy, para lo que haga falta.

Un saludo a todos y bienvenidos a mi espacio!