Parece fácil, pero no lo es. Hoy voy a explicar como se accede al tren. Lo primero que hay que saber es que los maquinistillas tenemos pintados en el suelo de los andenes unas marcas que nos indican dónde hay que estacionar el tren. Hay, generalmente, un "1" y un "2" que inidica donde estacionar si vas en sencillo (con un solo vehículo) o en doble (con dos vehículos). Por tanto, el lugas donde estacionamos no es un capricho, tan solo es una de nuestras obligaciones. Más que nada lo digo por esos clientes que ves que te estacionas en un punto determinado y tienen que venir corriendo desde la punta del andén, levantando el dedo índice y acordándose de mi mamá. Muchas veces he tenido ganas de salir y explicarles que no es por putear, pero, seguramente la explicación no hubiera sido lo suficientemente convincente.
Luego, para entrar al tren, hay que apretar unos botoncitos, habitualmente de color verde, que hacen que las puertas se abran. Aún no hay un sistema de apertura de puertas que detecte la presencia del señor que venía enseñándome el dedo índice y se produzca la apertura aitomática, cómo si fuese la cueva de Alí Babá. Hay que apretar el botoncito, esperar que se abra la puerta, y entonces subir al tren.
Otro aspecto destacable se produce cuando el cliente de turno llega tarde, cuando las puertas ya se están cerrando. En este caso, hay que esperar que se cierre la puerta, y de nuevo pulsar el botoncito (el verde!!!), y no dedicarse a meter la pierna, el brazo, la maleta o la silla de ruedas del abuelete. Hay que tener un poquito de paciencia y esperar que la lucecita verde se encienda de nuevo. De lo contrario, lo único que conseguiremos es cargarnos el sistema de cierre de la puerta, y tener que dejarla fuera de servicio.
Creo que con estos consejitos, más los que vengan posteriormente, conseguiremos entre todos aprender como funciona esto de los trenes, y dejaremos de culpar a los maquinistillas de todos los problemas habidos y por haber... sobre todo, cuando a estas alturas de la evolución humana, aún hay muchos especímenes que no saben siquiera ni acceder a un trenecillo.
Interesante post para los animalillos que corren sueltos y no respetan nadie ni nada.
ResponderEliminarAunque un matiz, esto de que se te cierra la puerta y has de esperar a que se cierre del todo para volver a abrir... será si el conductor no emprende la marcha en lugar de volver a abrirte! Sobretodo en rodalies... en MD supongo que tendréis más tacto! (@anigwei)
Glups! Tomo nota... pero si que es verdad que en MD (por la frecuencia de trenes) solemos tener algo más de consideración. Pero, hay ocasiones en las que si no cierras las puertas y te vas, te quedas en Passeig de Gràcia media hora. Siempre hay "alguien" que llega corriendo...
ResponderEliminarAplicable tambien al metro. Que corre cada "bestia parda" por estos andenes, que da miedo.
ResponderEliminarNo, no soy motorista, solo pasajero esporadico. Pero harto de ver los "dedos compulsivos" aporreando los botones de apertura de los "5miles" (por ejemplo) intentando abrir la puerta: "Que no se abre hasta que en cabina no habilitan, y eso se ve cuando el boton se ilumina, cazurro!".
Y los que meten pierna, brazo o medio cuerpo si pueden para meterse dentro del vagon: "Esperate joder!, que detras viene otro!".
Maestro. Te añado a mi lista de blogs. Un buen amigo me ha pasado tu direccion. Te ire visitando.
Por cierto: Podrias -y tienes tiempo y ganas- hacer una seccion "tecnica" para los profanos en la materia?. Gracias anticipadas.
Los que no estamos acostumbrados a coger el tren, como un servidor, no sabemos si los trenes que vienen son de composición simple o doble, así que tampoco nos es de mucha utilidad mirar dónde están el "1" o el "2".
ResponderEliminarEn Alemania, por ejemplo, en los andenes te indican en qué zona del andén parará el tren (A, B, C, D, etc.) a través de las pantallas. Creo que es uno de los muchos aspectos que se podrían mejorar, aunque tal vez sea más cosa de la Generalitat (por el tema de la explotación) que de Renfe Operadora o los maquinistas.
Un saludo!