domingo, 6 de marzo de 2011

Rails and Twitts (con música de “Twist and Shout” de The Beatles)

Uno de los acontecimientos de esta semana ha sido la primera (para mí) convocatoria del Rails and Twitts (#railsandtwitts) con los amigos de la R11  de Media Distancia (línea Barcelona-Girona). El #railsandtwitts consiste básicamente en encontrarnos un grupo de usuarios de twitter que utilizamos este medio de comunicación para aportar tanto información interesante como banalidades totalmente prescindibles. Pero también para poder dar ese paso evolutivo de "personaje virtual" a "personaje vital", desvirtualizarnos que se dice, y conocernos cara a cara con el riesgo que esto conlleva. Os relato mis sensaciones sobre la experiencia.
Lo primero que llama la atención es ver que aquellas cabezas, algunas parapetadas tras enormes mangas de jersey o tras alguna cámara fotográfica, tienen pies. Sí, sí, tienen pies, cuerpo, extremidades, tienen de todo. Uno se acostumbra a “comunicarse” con una imagen pequeñita, y de pronto descubres que más abajo hay piernas y cosas de esas. Es interesante, de verdad. Hay ocasiones en las que pensaba que me estaba comunicando con una máquina de esas que escriben solas… pero, no. En este caso, eran personas normales y corrientes.
Ahora que me leo, quizás de “corrientes” tenían poco. Me explico.
Tras el  descubrimiento de sus cuerpos y extremidades inferiores, llega la segunda sorpresa: mis compañer@s no hablan normal. Al principio, y como me había pegado un madrugón de la leche, pensaba que mi cerebro estaba en modo stand by y no conseguía procesar la información que recibía, pero, poco a poco, mis compañeros de viaje me iban sacando de dudas.
La verdad es que estar a las siete y pico de la mañana, con unos tuppers de torrijas y escuchando cosas como “spotify”, “community manager”, “GReader”, “foursquare” y cosas parecidas, me hacía sentir un ignorante en el más extenso significado de la palabra. Por un momento pensé que aquellas conversaciones debían de tener algún tipo de traducción simultánea, o al menos, subtítulos en castellano/catalán, pero no, o te espabilabas o no te enterabas de nada. Más bien lo segundo.
Mi espíritu de supervivencia empezó a actuar. “Se van a enterar estos” pensé. Y ¡zas! Aquí que me lanzo y saco mi manual de la 449. “Ahora, qué?” pensaba para mis adentros. “Ahora os vais a enterar!” Empecé a explicar cosas sin sentido del vehículo estrella de la R11, que si el “wheelsleep”, que si el “TCU”, que si el “BUS” del “COSMOS”… total, ni yo mismo me enteraba de lo que decía, y menos a esas horas, como para enterarse ellos.
Así proseguimos nuestro excitante viaje, iniciando ya conversaciones más cercanas al mundo terrenal, al lenguaje de las personas normales que se levantan por la mañana, toman café y leen el diario. Lenguaje humano, sin cifrar. Más o menos.
En un pis pas, pasamos de iphones, blackberrys y androids a hablar de Pocoyó, la Consellera Rigau, la rebaja del 5%, las torrijas (que buenas estaban!) y… cómo no!, los retrasos habituales de la Renfe. Exceptuando el tema “Pocoyó”, me sentí inmerso en un cúmulo de conversaciones de las que podía participar, y agradecí aquella sensación de saber que aún, a mi edad, podía establecer un vínculo comunicativo con personas que pertenecían a la Sociedad 2.0, 3.0, o 6.0
Mi satisfacción ya rozaba el pleno.
Sólo faltaba hablar del “Marrón Topo” Y así fue. Algunos se preguntarán que es el “Marrón Topo”, bien, no tengo ni idea. Creo que es un color de esmalte de uñas o una marca. Lo que sí que sé es que una de mis twuitertulianas un día preguntó de qué color se pintaba las uñas, y tras un intenso debate y la posterior votación, ganó el “Marrón Topo”.
Cómo veis, habíamos pasado de “… el Community Manager usa el foursquare para interseccionar su posición antes de followear al cliente…” a “… de qué color me pinto las uñas?”

Bromas aparte, la experiencia fue fantástica, y seguro que se merece una secuela 2.0. Tan solo espero que sea o bien más tarde (los madrugones no son buenos para la salud), o bien en horario vespertino (la cerveza está más buena por la tarde) o bien en un tiempo más caluroso (hacía un frío de narices). En cualquier caso, prometo asistir a la siguiente convocatoria de #railsandtwitts… y aprender un poquito más. Que buena falta me hace.

Gracias a @rainfallsdown, @annapistu, @ultrasónica, @jordiperales, @epineda, @campusmagnus y @FGrau … o , en esta ocasión, debería decir: Gracias a Anaïs, Anna, otra Anna, Jordi, Enric, Albert y Francesc.

Un saludazo (con pito incluido) ferroviario!

3 comentarios:

  1. Me ha hecho mucha gracia leer el post. El #railsandtweets fue una experiencia magnífica! No había una mejor descripción posible del 'viajecito' que nos pegamos el viernes... Iba a escribir un post pero mestre, estoy por poner las fotos y enlazar el tuyo: muy bueno. Para el próximo no creo que traiga torrijas, habrá que pensar algo más fresquito. Gazpacho? Horchata casera? :)

    Lo de 'marrón topo' (que te he visto): por un día, un dííía, que pregunté esa banalidad... Ya se os queda en la mente :P Se lo dije a @jordiperales, a partir de ahora me portaré mejor y no preguntaré esas tonterías! Jajaja!

    Gracias a ti también por, entre otras cosas, enseñarnos 'la otra parte' de nuestro día a día en los 'raíles'. Te lo agradecemos un montón!

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  2. Podré vivir sin agua, podré vivir sin aire. Podré vivir sin amigos, podré vivir sin dinero.
    Podré vivir sin saber, podré vivir sin enseñar.
    Pero, lo que no podré hacer es vivir sin que me preguntes por el color de tus uñas.

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  3. Encima se recochinea el señorito... Yo te preguntaré por el marrón topo o el rosa pastel de mis uñas, pero luego cuando coincida en tus trenes me preguntarás a mi si no te llevo croissants, torrijas y derivados... Ya, ya! Ya los echarás en falta! Jajaja! Anda que vaya visión se van a llevar de mis tus lectores... Y yo que pensaba que era la Maquinista Honoraria Celonina... :( Un abrazo y que vaya muy bien por Madrid!

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