miércoles, 27 de abril de 2011

Especial “Copa del Rey”. Segunda parte: Valencia

La llegada del tren fue espectacular. El andén de la vía 21 estaba poblado de personal de Adif y Renfe, algunos Medios de Comunicación, Maquinistas a los que le podía la curiosidad y fotógrafos. Muchos fotógrafos.
Llegada a Valencia Estació del Nord
Poco a poco, la afición del Barça fue llenando cada uno de los pasillos de la Estación. Los que habían llegado en mi tren se juntaban con los que pocos minutos antes habían estacionado en las vías 4 y 5 de aquella vieja pero preciosa Estación. Al pasar a la altura de la cabina, algunos nos felicitaban por el trayecto… incluso por haber llegado unos minutos antes de lo previsto. Las chicas de la Organización también. Estuvimos unos minutos comentando el viaje, y cerrando los preparativos para el regreso. Tras hablar con los responsables de la Estación, acordamos que la vía de salida sería la misma, vía 21, y que el tren ya estaría dispuesto antes de las 00:30h.
La colorida fila de aficionados se iba disipando entre las grandes puertas de la Estación, mientras yo me disponía a realizar la maniobra de apartado del material. Apartamos el vehículo en el escape de la vía 21/22, y allí nos aguardaba el personal de limpieza y los encargados de rellenar de nuevo las máquinas de autovending de bebidas de ambas unidades. A las 16:30 ya estaba de nuevo en la Estación con mis compañeros. Allí mismo me proporcionaron el localizador del Hotel, y cogí un taxi para descansar un rato antes de ir al partido. La noche se preveía larga.
Durante el trayecto vimos como unas nubes bajas y grises amenazaban con lluvias. Nada más lejos de la realidad. La ciudad de Valencia estaba radiante bajo un sol traicionero. Muchos, empezando por mí, no sabían si ponerse la chaqueta o llevarla en la mano. Yo opté por lo primero. La temperatura superaba en poco los 20 grados, pero siempre me ha incomodado llevar la americana en los brazos.
En la misma plaza de la Estación accedí al primer taxi que esperaba. “Al Hotel Tryp Almussafes”, le dije. Primera sorpresa: el taxista no tenía ni idea de dónde estaba. Preguntó a través de la radio y la respuesta fue, al menos, intrigante: “es el qué está en el Polígono de la Ford”. Efectivamente. El Hotel estaba en mitad del Polígono de la fábrica de Ford, a unos 25 minutos de la Estación, y 28 euros de distancia.
El Hotel se componía de dos plantas, con unos largos pasillos enmoquetados en color anaranjado. La recepcionista me entregó la tarjeta después de decirle que estaría tan solo unas horas para descansar. Ella se había empeñado en relatarme las delicias del desayuno…
Subí a la habitación, y, casi sin mediar acción alguna, me tiré sobre la cama para intentar dormir al menos un par de horas. En la TV, Patricia Conde, de SLQH me sonreía pícaramente. Me dormí. A las 19:30, sonó la alarma, di un salto y a la ducha de cabeza. Cuando acabé, y como es habitual en mi – no sé si es delito -  me guardé todas las chorraditas del baño. Además, era una promoción de L’Oreal, y casi todo, cremas para hombre y una mascarilla para rizos. Todo a la maleta. Debo sufrir una especie extraña de cleptomanía, pero siempre acabo llevándome las cositas de los baños.
Cuando puse en marcha el móvil, un sms de mi compañero me avisaba de que me esperaba en la Recepción para volver a Valencia. Bajé y le dije que no llamara a ningún taxi. El mismo taxista que me había llevado ya se me ofreció para recogerme a las 20:00. Así fue. Salimos a la terraza del Hotel, y ahí estaba él con su taxi.
Ya en Valencia, fuimos a cenar al Riviera (poca broma para los catalanes que conocéis, aunque sea de oídas, el “otro” Riviera). Mi compañero había quedado con unos amigos de Valencia, así que cené solo. Y deprisa.
Unas verduras a la brasa sin ningún tipo de salsa, y un solomillo al Roquefort. Mucha agua, y dos o tres cafés.
De allí… a disfrutar de un partido, al menos intenso.
Por razones obvias, me saltaré el encuentro. Todos y todas fuisteis testigos de un gran encuentro, a base de fuerza e intensidad… que ganó el Real Madrid por un destellazo de calidad de su jugador franquicia. 0-1 y la Copa del Rey que regresaba a Madrid después de 18 años. Para que os hagáis una idea, quitaros 18 años de encima, y recordar qué hacíais, dónde estabais… ha llovido mucho, eh???
Nada más marcar el Madrid, me fui corriendo hacia la Estación. No porque marcase el Madrid, que también, si no porque tenía el tiempo justo para preparar el tren, sacarlo de la vía de escape y situarlo en la vía de salida. La prórroga trastocó los planes del dispositivo de Renfe, pero, era una situación previsible. No pude ver el final del partido… pero tampoco me perdí mucho.
Tren situado en vía 1 de Valencia EN
A las 00:15, ya estaba dispuesto para iniciar la maniobra sobre la vía 21. Por alguna causa que desconozco, la vía 21 estaba ocupada por una composición de Cercanías (S.447), por lo que, tras consultarlo con los responsables del dispositivo, decidimos situar el tren de salida en la vía 1. Hice la maniobra de la vía de escape a la vía 21, de ahí, de nuevo a la señal de maniobras de la vía general, y regreso a la vía 1. A las 00:40, el tren 10458 ya estaba dispuesto en la vía 1. El personal de la organización se hacía cargo del check-in a la entrada, y… a esperar.
La hora prevista de salida era la 01:25, aunque se dispuso un tiempo extra a causa de la duración del partido.
No tardaron en aparecer caras tristonas por las puertas de los andenes. Aquellos mismos jóvenes, padres, abuelos y abuelas que hacía 13 horas que habían salido de Sants iban un tanto decepcionados, aunque la impresión no era de tristeza. Era una sensación rara. Todos decía lo mismo, “ahora a por la Champions”. La Estación se volvió a llenar de color azulgrana con las banderas recogidas, pero con un colorido extraordinario. “Lástima”, pensé.
Todos iban buscando su tren. Algunos despistados insistían en ir a la vía 21, otros, no sabía cuál era su tren, y un señor ya entrado en años, iba vía por vía, anduve por andén buscando a su hijo. Iban en trenes distintos, pero el hijo se había llevado su billete de vuelta. Al final apareció y no hubo más problemas.
Última revisión del material. Todo en orden.
A la 01:45, me comunican desde Circulación que la salida está prevista para las 02:00. Habló con la organización, y me comentan que tan sólo faltan 3 personas: una pareja y un reportero. Aprovecho para tomarme el último café del día.
Poco después, aparece la pareja. Se habían ido a la Estación de Joaquín Sorolla… justo dónde se encontraba toda la afición del Real Madrid. Se dieron cuenta enseguida, supongo. Y, a las 01:55 apareció totalmente agotado y sin resuello el reportero que faltaba. Ya estábamos todos.
Lo comuniqué a Circulación, dando el tren dispuesto por viajeros, y a las 01:58, emprendimos el camino de regreso a Barcelona. Nos quedaba por delante poco más de tres horas de viaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario